La Importancia De La Podología En Tercera Edad.

La podología en el ámbito geriátrico responde a una necesidad. Los ancianos son un grupo de población con una gran prevalencia de trastornos relacionados con los pies.

Las revisiones periódicas por parte de un podólogo, son algo imprescindible para mejorar la calidad de vida de nuestros residentes. Desde el consejo en la elección del calzado adecuado para cada situación, hasta el tratamiento de úlceras, pasando por la eliminación de durezas y helomas, así como un corte adecuado de las uñas.

También es importante informar tanto a los residentes como a las familias sobre la importancia de cuidar sus pies.

Desde el servicio de podología buscamos mejorar, en la medida de lo posible, la salud de los pies de nuestros residentes primando, ante todo, la prevención de futuras lesiones, sobre todo en pacientes diabéticos.

La diabetes es un gran problema de salud pública. Un paciente diabético de riesgo podológico presenta signos que indican una neuropatía o una arteriopatía asociada o no a un trastorno estático, dinámico o morfológico del pie, y esto es algo a lo que, tanto el propio diabético como su entorno le restan importancia.

Las zonas de mayor riesgo de ulceración son las 5 cabezas metatarsianas, la estiloides del 5º metatarsiano (prominencia ósea en el lateral exterior del pie) y el talón, ya que son zonas de hiperpresión y por lo tanto susceptibles de producir durezas.

Las úlceras también pueden aparecer por “microtraumatismos de repetición”, es decir, pequeños golpes de baja consideración continuados en una misma zona. Otra causa sería el roce en ciertas zonas a causa de un calzado mal ajustado o poco adecuado a las circunstancias del paciente, así como el uso inadecuado de instrumentos cortantes.

Por esto, es importante que tanto nuestros residentes, como los familiares reciban una información podológica especializada, para así complementar los cuidados proporcionados por nuestro equipo.

Fuente: SaviaResidencias.es

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